Cuentos infantiles ilustrados: Una puerta abierta a la lectura

La lectura de cuentos infantiles ilustrados, que duda cabe, es una práctica transformadora. Leer transforma a los individuos y, en consecuencia, a la sociedad. Una sociedad que lee evoluciona, como lo hace cada uno de sus individuos, en cualquier etapa de su vida.  Leer nos acerca a la creatividad, a la información, a la cultura, a la fantasía… Pero además, favorece la concentración y mejora algunas habilidades sociales, como la empatía o la comunicación.

El cuento infantil ilustrado, en las primeras etapas de la infancia, es una herramienta al alcance de todos los niños y niñas. Pero el papel de los padres es fundamental a la hora de estimular la práctica de la lectura, y de elegir el tipo de libro infantil más adecuado para cada etapa.

Tres etapas, tres modelos.

Todos nos hemos preguntado alguna vez cual es la mejor manera de acercar a los niños a la lectura. Una de las claves, es la elección de los libros más adecuados para cada etapa. Y aunque sabemos que cada lector es un mundo, podemos estar de acuerdo en establecer tres etapas lectoras, en tres momentos de la infancia. 

Album ilustrado: cuentos infantiles para la primera infancia.

Numerosos estudios reflejan que el momento más adecuado para empezar a leerle a los niños, es a partir de los 6 a 12 meses de edad. En esta etapa, el álbum ilustrado juega un importante papel. Este modelo de cuento infantil basa la narración en ilustraciones. Se trata de una secuencia de imágenes que conforman un relato que puede ‘leerse’ con bastante autonomía respecto al texto, siempre y cuando lo haya.

El ‘lector’ de este tipo de cuento capta los contenidos a partir de la imagen y de la sucesión de imágenes es su narración. En esta etapa, el papel de los padres es clave. El padre o la madre, al leer el texto que acompaña al dibujo, es el que establece la relación entre texto e ilustración.

Así, de forma inconsciente, por imitación, por empatía, el niño ‘adquiere’ las reglas del juego de la lectura que comparte con los padres. También descubrirá que “esos signos negros” que acompañan la ilustración tienen un significado, y que descifrarlo está a su alcance. Si los padres lo hacen, el también podrá.

Cuentos infantiles ilustrados: la lectura compartida.

Para esta segunda etapa, al elegir un cuento infantil ilustrado, en el que el texto cobra más espacio e importancia, ¿dónde es la clave?

En este tipo de libro, al que llamamos ‘cuento infantil ilustrado’, es importante que la ilustración no sea un ornamento o un adorno. En un buen cuento infantil ilustrado, las ilustraciones y las palabras trabajan en conjunto. Las letras ya no son esos ‘signos misteriosos’ que el bebé deja en manos de los padres, sino un código que empieza a ser capaz de descifrar.

Y como en todo aprendizaje, la afectividad, la cercanía y la empatía tienen un peso propio y específico. En esta etapa, en la que se suelen repetir las lecturas más de una vez, el niño podrá contar el cuento que le han leído.

Dicho de otro modo, interpretando los signos a través de las imágenes y de la memoria, el pequeño ‘lee’ de forma autónoma. Así, ampliará su vocabulario, empezará a diferenciar los signos que componen el texto, y establecerá una relación entre texto e ilustración.

Puedes leer más en: Leer en familia para crecer juntos. ¿Porqué leer con nuestros hijos?

Cuentos infantiles ilustrados para primeros lectores

Nuestros primeros lectores comienzan entre los  6 a 8 años. Si acercamos a nuestros hijos a los libros desde su primera infancia, la lectura será una riqueza adquirida sin esfuerzo. El buen lector, y la buena lectura, se hace con afectividad, alegría y placer. En los cuentos infantiles ilustrados para primeros lectores, el texto cobra más peso y espacio. La relación entre texto e ilustración, cobra más complejidad y riqueza. Pero no debemos olvidar que el lector principiante necesitará textos adecuados a sus capacidades. Y los padres debemos estar atentos a su evolución lectora. En esta etapa, es fundamental que el niño elija, o participe, en la elección de las lecturas. Hay cuentos infantiles para todos los ‘temas’ e intereses de la infancia: dinosaurios, animales, brujas, niños, niñas, hermanos… Y aunque la ficción es el mejor terreno para un lector en evolución, el buen guía no descarta nada a priori.

Compartir, leer, crecer.

Son estos importantes años de la vida de nuestros niños. La elección de los cuentos infantiles  ilustrados adecuados a cada etapa, es clave para acercarlos a la lectura. Pero, atención padres: no basta con comprar cuentos infantiles para ellos, o con elegirlos bien.

La afición por la lectura se contagia. Compartirla, entre padres e hijos, es beneficioso para los niños. Cuando leemos juntos, ponemos en marcha una red de relaciones emocionales e intelectuales que nos acercan a unos y otros. Por eso, debería ser una práctica recurrente, por todo lo que nos aporta como grupo social y como individuos. Y tanto a padres como a hijos.

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1 Comentario

  1. Sandra Garcia Alonso

    23 abril, 2018 at 15:33

    Me parece fantástico

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