A veces nos preguntamos por qué leer. Aunque a veces parezca que todo relato es más fácil fuera de las páginas de un libro. Pero no sigamos engañándonos a nosotros mismos: mil palabras valen mucho más que una imagen. Mientras sigamos pensando como cuando se inventó la fotografía, seguiremos alimentando lo que le interesa a quienes solo quieren un relato del mundo compuesto por eslógans e imágenes.

Muchas lecturas, y sobre todo infantiles (y aún más en el terreno de los cuentos infantiles personalizados) apelan al triste principio de que una imagen vale más que palabras. Y a que para “conformar” a un niño (y a sus padres y madres) es suficiente con un truco sorprendente de imagen y un texto que no moleste.

Seguir leyendo