¿Quién no recuerda esos momentos de la infancia cuando nos explicaban uno de esos cuentos clásicos que todo el mundo conoce? Quizá eran tus padres o tus abuelos, a media tarde o antes de dormir.

Eran momentos especiales, donde todo se paraba y tu como niño o como niña veías pasar todo un mundo de fantasía ante tus ojos. Todo era posible en aquellas historias de piratas, príncipes y princesas, reyes de grandes reinos y brujas astutas con poderes mágicos que conseguían lo que se proponían.

Estoy segura que si te pregunto por alguna de esas historias, eres capaz de narrarla de principio a fin sin dejarte ni una coma.

Seguir leyendo