En Upala Books hemos querido traer la experiencia de los viajes en el tiempo, al mundo de los cuentos personalizados. La imaginación es una de las herramientas más completas y poderosas con las que contamos: la necesitamos para entender al mundo y a lo que nos rodea, para crecer como individuos y para progresar como especie.

Pensemos un momento en el “descubridor” de la imprenta y en el de los agujeros negros. Genios separados por quinientos años de historia, que no hubieran inventado nada sin valerse de su poderosa imaginación. Tanto Gütemberg como Stephen Hawkings, soñaron con lo imposible, lo imaginaron, utilizaron todas las herramientas su alcance. Así, mostraron y demostraron que la imaginación mueve montañas.

Viajar en el tiempo: un sueño… ¿posible?

Si hablamos de la realidad, de la “realidad real”, que dirían muchos niños –siempre mucho más cerca de esa otra realidad que es la imaginación–, las respuesta será clara.  “No, no, no, pequeños, los seres humanos solo podemos viajar en el espacio, pero no en el tiempo”.

Pero claro, la respuesta será siempre no, mientras que hablemos de la vida real…. En el mundo de la imaginación, de la ficción, de los cuentos, de los sueños, viajar en el tiempo es posible.

¿Quién se atreve a subirse…?

Muchos autores se han dejado llevar por esta fascinante experiencia. Desde H.G. Wells (La máquina del tiempo) a Gerónimo Stilton (El viaje en el tiempo). Desde Michael Chrichton (Rescate en el tiempo) a Mark Twain (Un yanqui en la corte del Rey Arturo). Y no solo en el mundo de los libros. También series célebres como El túnel del tiempo, de la década de los 60’ , o Timeless, una de las más recientes. Todas recogen el testigo de esta apasionante fantasía común a todos los seres humanos: viajar al pasado.

Por eso, uno de los cuentos personalizados de Upala Books es, precisamente, un viaje a través del tiempo, a bordo de La misteriosa máquina del Profesor Mabús.

La protagonista del cuento personalizado

viaje medieval en el cuento del profesor mabús

“Imaginación y transgresión: las dos leyes de oro en un cuento infantil”.

Un día nos preguntamos: ¿y si, de verdad, nos ofrecieran subir a una máquina para viajar en el tiempo, aún sin saber si funciona del todo bien… qué haríamos?

Lo que hemos hecho es crear la nuestra, junto al ilustrador Carles Arbat y al novelista y escritor de cuentos infantiles Mario Catelli. “En el mundo del cuento infantil” -nos dice-, “y ahora en el del cuento infantil personalizado, existe una fuerte tendencia a la enseñanza, a la didáctica y la lección o la simplificación. Subir la foto de un niño y colocarla en la cara del protagonista, o convertir una foto en un retrato digitalizado e ilustrado por un programa de ordenador. El resultado, no se puede negar, suele ser simpático, o sorprendente. Y es una forma, sin duda, de personalizar un cuento. Pero siempre me pregunto: ¿Y el cuento…?”

La imaginación: el poder y la fuerza de los niños.

Si recorremos tanto las librerías como los portales de cuentos personalizados, veremos muchos cuentos que conforman a los padres con historias “convenientes” y “educativas”. Pero a veces parecen olvidar que la infancia es un camino de descubrimiento permanente. Un camino azaroso y agitado, donde la mejor y más duradera enseñanza, proviene del ciclo de “ensayo-error”. Las aventuras que nos hacen más sabios siempre surgen de ideas inconvenientes y hasta imposibles. Pensemos sino en la Ilíada y la Odisea, en el Quijote, en La vuelta al mundo en 80 días o en Viaje al centro de la Tierra… O en Harry Potter… Hagamos memoria… Y sigamos recorriendo ese enorme ‘panorama imaginativo’ que se abre ante nuestros ojos… (ver más en nuestro post anterior)

¿Qué sería de la ficción sin transgresión?

Dice el dicho: no hay una buena tortilla sin romper huevos… Pensemos en los títulos que hemos citado –y en tantos más–: la aventura siempre comienza saltándose una norma, o una orden, por inocente que sea…

Así comienza La misteriosa máquina del Profesor Mabús, que parte de una idea sencilla, que podrás entender claramente si recuerdas tu infancia… Imagínalo… Tus padres no están en casa. Te has quedado con la abuela, con el tío, con un amigo o amiga de tus padres…. Él o ella no están pendientes de ti sino de su programa favorito de TV… Tú ves llegar, por las calles de tu ciudad, una feria llena de atractivos números de circo, de magia… y entre ellas… un viejo profesor ofrece viajes en el tiempo… ¿Qué harías… si la abuela, por ejemplo, no quiere llevarte?

Este es el principio de la aventura. La personalización del cuento, nueva y sorprendente posibilidad con la que contamos, nos permite dar nuevos giros, “zonas de brillo” y humor al cuento infantil. ¿Cómo? Por ejemplo, la protagonista, o el protagonista, pueden llevar el nombre de tu hijo o tu hija. Y también su color y largo de pelo. Y la abuela, el tío o el amigo que lo cuida también llevan su nombre, y gafas si quieres. Todo puede pasar en tu pueblo o tu ciudad. Pero con nuestros cuentos personalizados puedes imitar la realidad o transformarla… Queremos que juegues, que te diviertas. Y lo puedes hacer solo o con tus hijos. ¿Cómo? Os invitamos a terminar esa “composición”, que es el cuento, probando opciones, visualizándolas y cambiándolas tantas veces como queráis, hasta componer la versión definitiva.

El juego de personalizar un cuento

Este juego puedes jugarlo en tres minutos, o en treinta. Personalizar el cuento es como terminar de editarlo, redondearlo, definirlo. Es un juego que te permite jugar con el humor y la ternura, con unas pequeñas dosis de ironía y rebeldía, que enriquecen al relato y al libro como objeto. Las combinaciones que encontrarás son muchas gracias al extraordinario trabajo del ilustrador barcelonés Carles Arbat (https://carlesarbat.wordpress.com).

Carles ha realizado un minucioso trabajo, donde combina técnicas de dibujo clásicas con ilustración digital. Así consigue un resultado expresivo y rico en lo gráfico, y con un juego sorprendente y divertidísimo en el terreno específico de la personalización. Os invitamos a explorar nuestra web y a jugar y probar distintas opciones con nuestra “máquina de cuentos”. Es casi tan sorprendente como la máquina del tiempo de nuestro querido Profesor Mabús.